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Aunque para muchos de los empresarios que tiene una pequeña o grande organización, se ven beneficiados de alguna u otra manera por estos inmigrantes que están deambulando por el país en busca de tener calidad de vida, ya que, gracias al trabajo ofrecido a los venezolanos, los empresarios se aprovechan de su situación precaria desvalorizando su trabajo e incluso haciéndolo trabajar el doble y pagarle miserablemente.

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Pero al momento de pensar sobre aquel destino incierto que tienen los venezolanos en la parte laboral, de conseguir un trabajo digno y duradero, está siempre la segunda premisa de aprovechar la situación que se vive en su país y en las personas que se vinieron con una mano atrás y otra adelante, para ayudar a sus familias que se encuentran radicadas en su país natal Venezuela.

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Los colombianos no podemos olvidar que por efecto de la violencia y las crisis económicas muchos de nuestros compatriotas fueron a vivir a otros países, bien sea como inmigrantes o como refugiados, unos fueron legales, otros ilegales. Por eso debemos darles la mano a nuestros hermanos su hospitalidad y cariño de años. Sin embargo, existen señales de que no estamos asumiendo el reto de forma adecuada.